31 agosto, 2007

Prueba de Amor

Esa tarde, Isabel Cruz llegó mas temprano que de costumbre a su casa, sorprendiendo a la empleada, con su repentina entrada a la cocina. Gloria estaba sentada junto a la mesa, con una carta abierta en sus faldas y el rostro bañado en lagrimas. Al ver a Isabelita, como le decía cariñosamente, se paró tan rápido, que dejó caer las hojas al suelo, buscó un pañuelo para secar su rostro, pero la pena y la angustia eran tan grandes, que sin poder evitarlo, rompió en llantos frente a Isabel....




El lazo entre estas dos mujeres era fuerte, Gloria era “su nana” desde que ella tenía diez años, y ahora, que Isabel estaba casada y en la espera de su primer hijo, le había pedido que se viniera a trabajar a su casa, pues quería que fuera solo ella, quien le ayudase a criar a sus hijos, ya que no podría confiarle una tarea tan importante a nadie más.




Por esta y por muchas razones, Isabel sintió el derecho de preguntar que pasaba, quien le había echo daño y que le había provocado tanto dolor, estaba tan preocupada, que no se iría de la cocina hasta saber lo que ocurría.
Gloria, luego de calmarse un poco, comenzó a relatarle a Isabel, su triste historia de amor...




Ella era la menor de cuatro hermanos y la única mujer. Por esta misma razón, siempre estuvo acostumbrada a tratar con chicos y jamás fue para ella, motivo de vergüenza. Pero también el ser la única niña de la casa, le hizo difícil conseguir permiso para tener pololo. Solo a los 16 años recién tuvo autorización y el candidato un poco impuesto, era el hijo del patrón de su padre y mejor amigo de sus hermanos.

Javier, tenía 18 años, era alto, delgado, tierno y muy atento; la visitaba a menudo, con flores y regalos, sabiendo siempre que la relación entre ambos, solo se permitía dentro de la casa de Gloria y bajo estricta vigilancia; pero a ellos esto no les importaba, ambos disfrutaban de la novedad de tener un compañero para las tardes de lluvias y unas manos cálidas que estrechar, unos besos húmedos que recibir. Gloria se sentía feliz y enamorada, sentía además, que Javier la quería de verdad y en ese momento, lo hubiese seguido hasta el infinito.




Cierto día, ella notó que Javier estaba extraño y callado, no menos cariñoso, pero si bastante pensativo; después de que Gloria insistiera en saber lo que ocurría, él le dijo que tenía malas noticias. Debía hacer el servicio militar y por desgracia, tendría que hacerlo en Valparaíso.
Ellos vivían en Chiloé y por lo mismo, las posibilidades de volver a verse antes de un año eran remotas.

Gloria estaba muy enamorada, quizás esto se debía a que Javier representaba su primera vez en el amor, era su primer beso, su primera caricia y su primera lagrima del corazón. Bajo estas circunstancias, cuando Javier le pidió la “Prueba de Amor” antes de marcharse, ella sintió que no podía negársela. En el fondo quería que Javier fuera su primera vez y su único amor en la
piel.



Pasaron tres meses desde esa noche de amor y entrega, de promesas y planes a futuro. Cuando Javier volviera del servicio militar, se casarían y criarían a sus hijos en ese mismo lugar que los vio crecer a ellos. Todo lo que se veía a futuro era especial y maravilloso y por esta razón, para Gloria no fue una preocupación o un problema enterarse de que estaba embarazada y con la misma alegría que sintió al enterarse, le escribió a Javier, para contarle que pronto serían padres...CONTINUARA.