26 abril, 2007

UN ANGEL PARA LORENNA

De niños, todos algunas vez, rezamos en silencio junto a la cama: ....Angel de la Guardia, dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día...

El siguiente relato, nos cuenta una maravillosa historia, un poco irreal y fantasiosa, pero veridica en todos sus aspectos.....¿Un buen Samaritano? ¿Un Angel Guardián? deseo que sean ustedes mismos, quienes lo juzguen.

Lorenna llegó a Santiago, a las cuatro de la tarde, se bajó del bus, con su mochila a la espalda y mil quinientos pesos en su bolsillo.
Era su primer vez en la gran ciudad, enorme, comparado con el minusculo pueblito de Lo Abarca. No tenía familiares ni amigos en Santiago, ni siquiera una dirección a donde dirigirse en caso de emergencia, pero ahí estaba, parada en el anden, mirando su nuevo mundo, su nueno hogar y lo que también sería una nueva vida.
Solo tenía quince años, pero su corazón y su alma estaban tan cansados y rendidos, que para ella no existía otra alternativa..........¿El suicidio? Ya lo había pensado, también lo había intentado; primero a los siete años, con el cordón de la lámpara, pero el dolor en su cuello fue más fuerte, que el de su corazón y su cuerpo ultrajado y esa vez, prefirió tener esperanzas y dejar de tirar...
No habían límites para ella, trabajaría en lo que pudiera, cualquier cosa que le ofreciera una cama, un techo y algo para echarle al estomago. Nada importaba, nada perdía, ni siquiera la inoscencia que ya le había sido arrebatada hace muchos años atrás.
Lorenna caminó hasta la calle principal, la enorme Alameda la intimidó un poco, jamás había visto una calle tan grande y larga. Lo primero, buscar un telefono, llamaría a su única amiga, la unica persona en quien podía confiar, se lo había prometido, pero el solo pensar en gastar su unico dinero en una llamada telefonica le hizó dudar.
Decidió entonces pedir dinero en la calle; una, dos, hasta tres personas le pasaron de largo sin siquiera mirarla o detenerse a escuchar lo que intentaba decir... De pronto, Lorenna vio que un hombre joven y alto la observaba y que se acercaba decididamente a donde ella se encontraba, sintió miedo, pero también curiosidad....